martes, 7 de octubre de 2014

Rollos

Rollos. Todos tenemos nuestros rollos. El tema es qué hacer con esos rollos. Hay quienes eligen dejarlos envueltos y no intentar desenredarlos, contestándose un simple BIEN a la preguntas del cómo estás? Hay a quienes les parece mas fácil quejarse de la extensión y complejidad de su rollo, sin siquiera notar que ése es su rollo, es propio, puede hacer de él lo que quiera, puede  incluso pintarlo de colores, cubrir el mundo con su extensión, llenarlo de historias, dejarle vacíos, hasta dividirlo en partes y crear distintos rollitos los cuales a la vez puede llenar con los colores y las palabras que más le gusten.
 Es que a veces es más fácil quedarse mirando el rollo, sin moverse, sin intentar empezar a desenvolverlo, sin ser concientes de que sólo es eso. UN ROLLO! Nuestro rollo y que en realidad una vez que empezaste a avanzar y a caminar por sus extensas vueltas ya mirar para atrás no tiene sentido y cada vez es más fácil seguir avanzando. Cuando te quieras dar cuenta el rollo se va a haber acabado y te va a quedar un camino inmenso recorrido y transformado por nadie más que por vos mismo. Y después el pasado se encarga de hacer otro rollo, que nos marca todo lo que supimos ser, y lo que no. En qué momento fuimos tanto? En qué momento nos transformamos? Sólo en el momento que nos animamos a caminar.
Desenrollando, enrollando, protegemos nuestro rollo. Lo llenamos de nosotros, nos llenamos de él. Es bueno porque nos define, es lo que fuimos, lo que somos, y lo que podemos ser. Todo un rollo usado, una superficie en blanco, y todo un rollo por usar. Pero una vez más vuelvo a recordar, es solo un rollo!
Y tan metidos estamos todos en nuestros rollitos. Pero solos en él. Me gustaría que se unan a mi rollo y yo unirme en el de los demás. Porque tan metidos estamos todos que ya ni nos miramos, capaz mostramos una puntita o una partecita, pero para conocernos tenemos que leernos el rollo de principio a final, para entendernos. No somos sólo lo que mostramos, mostramos solo una partecita de nuestro rollo. Pero acaso no somos otros en el principio que en el medio o que en el final? Y acaso el principio no tiene claves para descifrar por qué el final fue lo que fue? O incluso el final, uno piensa que es el final pero el rollo sigue girando y hay mucho más por contar. Me querés conocer? Entonces leeme del principio al fin incluso aunque el fin no sea el final. Después leeme  de adelante para atrás, después del medio hasta el final, y después no me leas mas. Olvidémonos del rollo porque reitero una vez mas, es sólo eso, un rollo!
Empecemos a girar nuestras hojitas, dejémoslas extenderse y enrollarse como más les guste y dejemos de darles vuelta. Enrollémonos en la cama calentitos solo para después levantarnos de un salto y desenrollar todo lo que teníamos guardado. Enrollemos nuestros miedos para que sean más chiquitos y no ocupen tanto lugar y desenrollemos las ganas, que cubran todo y que le den espacio al disfrutar. Hagámonos bolita con nuestros rollitos para conocerlos mejor, para entender que somos ellos y después estirémonos y con las manos toquemos el cielo.
Y no dejemos que nadie nos quiera sacar el rollo ni sacar la esperanza, porque hay que aceptarnos por todo lo que somos, por lo bueno y por lo malo, y por todo lo que podemos ser.
Por suerte en este momento tengo mi rollo bien organizado, a veces me pesa y me pregunto qué pasaría si se llegara a extender y a cubrir todo el lugar. Se llenaría de mi, de la parte de mi que escondo, pero sé que puedo volverlo a ordenar. Aunque parezca imposible y no me den ganas ni de empezar. Una vez que ya empezaste es mas fácil mirar adelante que atrás,
Lo bueno de tener tu rollo es que cuando logras poner las cosas en su lugar sabes de donde venías, por lo que pasaste y podes entender mejor lo que estas siendo y podes saber mejor a donde es que querés encontrar tu lugar. Y recobrar cosas que en el camino de la vida fuimos perdiendo y dejar atrás las cosas que no suman en nada a ese lugar al que queremos ir. Pero siempre aceptando que somos nosotros, siempre lo fuimos, desde el principio hasta hoy. Somos nosotros y nada más, en la luz y en la oscuridad. No nos juzguemos ni nos dejemos juzgar. Defendamos nuestro rollo pero no dejemos que se apropie de nuestra libertad.
 Me queda mucho por escribir y por descubrir y mirando a los otros, con sus rollos, entiendo cada vez más y quiero saber más aun. Pero por ahora este es mi presente y al menos ya se de dónde vengo y por suerte se a dónde quiero estar. Y no por mucho este es mi final.


-Ro-.